Cuando Blanca me escribió, lo hizo para sorprender a alguien muy especial, su sobrina Paola.
Sabía
perfectamente lo que quería. Emocionarse al ver el resultado. Durante
el proceso del cuadro de Lucas, le envié fotografias de la evolución del
cuadro, ayudándome de sus impresiones, para lograr el resultado que
buscaba, que no era otro que reconocer al verdadero Lucas al mirar el
cuadro, mientras ella hacía lo propio mandándome otras tantas de Lucas, hasta que me dijo;
- Cris, ¡Estoy super feliz!.- Ahí supe que
había captado su preciosa mirada, su nobleza, y que Blanca se había
emocionado, así que a partir de ese momento pude trabajar el resto del
conjunto, sin tocar su expresión.
El cuadro ha viajado durante
tres largas semanas, hasta Chicago, para encontrarse con Paola,
adoptante del Lucas de carne y hueso, de quien me cuentan ,
representa un pilar fundamental para ella, y mas si cabe, al encontrarse
tan lejos de su familia.
Blanca es adoptante de un galgo,
Lukitas, al que adora, a pesar de sus miedos, y con quien comparte lo
bueno y lo malo, de abrir tu corazón y tu familia a un ser que ha sido maltratado,
pero como ella me dijo.- Vivimos y disfrutamos de cada día. Cuando tenemos mejores días, lo
celebramos y de los malos, ni nos acordamos... El me acepta como soy y
yo a él.- Y yo, la leo, y me digo a mi misma...
¿ No es genial?¡Gracias Blanca!
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